El Cerezo Silvestre
Pusimos un puntal bajo la rama que se doblaba
Suspirando sobre la playa, colocamos cuatro piedras
En un montón sobre él, aunque pensamos que nuestros suspiros
eran los del cerezo, porque éste, como si estuviera
Totalmente compuesto por cicatrices del destino
Se obstinaba en acostarse como un mástil,
Terco como un aplastado botalón recalcitrante
Que ni se deja cortar ni amarrar.
Paso a paso- sin embargo, no era un apostador
De la vida ni del escaso apoyo
Donde dejamos a sus ramas muertas interrogarse
Hasta que su pulso sea renovado al sol, sintiendo
El apasionado odio de ese árbol
Cuyo anhelo era flotar en el mar.
Suspirando sobre la playa, colocamos cuatro piedras
En un montón sobre él, aunque pensamos que nuestros suspiros
eran los del cerezo, porque éste, como si estuviera
Totalmente compuesto por cicatrices del destino
Se obstinaba en acostarse como un mástil,
Terco como un aplastado botalón recalcitrante
Que ni se deja cortar ni amarrar.
Paso a paso- sin embargo, no era un apostador
De la vida ni del escaso apoyo
Donde dejamos a sus ramas muertas interrogarse
Hasta que su pulso sea renovado al sol, sintiendo
El apasionado odio de ese árbol
Cuyo anhelo era flotar en el mar.
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