Esta entrada es para Be, que hará el papel de Debbie Reynolds;
A mi me toca el de Donald O'Connor, por lo payaso, no por el talento.
Una vez intenté aprender a bailar. La magnitud de las carcajadas que provoca el recuerdo de este episodio entre mis conocidos sólo es comparable al nivel de desesperación al que fui capaz de someter a mi sufrida tutora de bailes de salón de la universidad. Las últimas estimaciones médicas señalan que también Be, tras todos estos años, continúa arrastrando secuelas derivadas en parte de los pisotones, en parte de la vergüenza. Mirándolo desde el punto de vista de la autojustificación, se puede decir que por lo menos, ofrecí algunos momentos de música interesantes para que otros los bailaran.
En la última entrada que dejé, os hablaba del perfecto remedio de males que una reposición de Cantando bajo la lluvia supone para algunos de los males que nos andan liando las tardes, mañanas y noches. Recuerdo que una noche -¿o era una mañana?- junto a algunos compañeros y compañeras de título, imbuidos todos por los efluvios cerveceros granaínos, nos juramos y perjuramos llevar a cabo ciertos pasos de baile del susodicho film. Ni que decir tiene que algún hado obró en favor de todos evitando que llevásemos a cabo tal proyecto, además de lesiones irreparables.
Así que esta entrada también es para aquella compañía de correrías literarias y cinematográficas, y para los montones de gente a los que veo bailar muriéndome de envidia mientras yo, adoptando pose de "los tipos duros no bailan", no dejo de marcar el ritmo con las suelas.
Pues eso. Disfrutad de los pasos.
¡Ah! Y buenos días.
1 comentarios:
Ale, fichao!
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